La esencia floral Jazmín está especialmente indicada para personas que viven sensaciones de encierro, ya sea físico, mental, emocional o existencial. Representa una flor de liberación profunda, ideal para quienes sienten que están atrapados en situaciones que no pueden cambiar, en vínculos opresivos, en patrones mentales repetitivos o en decisiones impuestas por la vida.

Jazmín ofrece alivio a quienes cargan con la experiencia subjetiva de estar encerrados o proscritos: no sólo tras una pérdida de libertad externa, sino también por estar aprisionados en sus propias emociones, creencias o historias no resueltas.

Es particularmente útil en procesos de duelo por pérdida de territorio, migraciones forzadas, separaciones dolorosas, clausuras abruptas, o incluso en fases de profunda introspección que rozan el aislamiento patológico.

MUY ÚTIL EN:

• Aprisionamiento

La persona crea lazos de dependencia emocional o posesividad con otros. Puede actuar desde la necesidad, pero termina generando vínculos que limitan o sofocan. También puede sentirse víctima de ese mismo tipo de ataduras.

• Constricción

Cerramiento psíquico. La mente se vuelve una jaula. No hay apertura a nuevas ideas, perspectivas ni gozo. Prevalece el juicio interno, el pesimismo y la parálisis.

• Encierro

Sensación física o psíquica de no tener escapatoria. Sentimientos de asfixia, desesperación, angustia o atrapamiento vital. Puede incluir síntomas como opresión torácica, pánico o sensación de claustrofobia emocional.

• Exilio

Vivencia de haber sido apartado, forzado al cambio, desplazado o expulsado de un espacio vital o emocional importante. Puede asociarse a traumas de migración, separación, abandono o ruptura abrupta con entornos de pertenencia.

• Proscripción / Prisión

Estado profundo de parálisis vital, ya sea impuesto desde fuera (por situaciones legales, familiares, sociales) o vivido desde adentro como una autoexclusión. Sentimiento de no tener derecho a ser libre, feliz o pleno.